Guía práctica de Staging en WordPress: Prueba cambios de forma segura
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Hace unos días, mientras optimizaba la web de un cliente, me encontré con una situación «curiosa»: el diseño que había creado hace apenas 18 meses ya parecía… anticuado. ¿Te ha pasado alguna vez? Y es que en el mundo del diseño web, lo que hoy es tendencia, mañana puede ser historia antigua.
¿Sabías que el 94% de los factores que influyen en la primera impresión de tu sitio web están relacionados con el diseño?
Más impactante aún: tus visitantes tardan solo 50 milisegundos (sí, has leído bien, ¡0.05 segundos!) en formar una opinión inicial sobre tu web. Aunque luego pasan más tiempo evaluándola, esta primera impresión es megaimportante para captar su atención.
La velocidad a la que evoluciona nuestro sector da vértigo, y si piensas que 2024 ha sido intenso, agárrate, porque lo que viene para 2025 va a redefinir completamente las reglas del juego.
En este artículo, voy a compartir contigo no solo las tendencias que están marcando el rumbo del diseño web, sino también las lecciones (y algunos traspiés, todo hay que decirlo 😅) que he aprendido implementándolas en proyectos reales.
Desde el ascenso imparable del diseño generativo hasta la sorprendente vuelta de estilos que creíamos olvidados, vamos a explorar juntos el futuro del diseño web.
Y te adelanto algo: una de estas tendencias ha conseguido duplicar las tasas de conversión en la web de un cliente. A ver si adivinas cual es.
Te voy a contar algo personal: a principios de año, estaba comentando con un cliente las nuevas tecnologías web que podríamos implementar en su proyecto, y me suelta: «Javi, ¿pero esto no es demasiado futurista?» Hace un par de meses, su competencia directa ya ha implementado esas «tecnologías futuristas».
🌟 La moraleja: en diseño web, el futuro es HOY.
Un secretillo: me ha entrado un cliente que necesita («para ayer mismo») una web completa para su negocio de coaching, así que había que montarla en tiempo récord. Hace un par de años, esto habría sido una locura, pero gracias a la IA, pudimos acelerar muchísimo el proceso creativo.
Y no, no hablo de que la IA haga el trabajo por ti, sino de usarla como tu asistente personal de diseño.
Mira, te pongo un ejemplo práctico. Vamos a generar una imagen que podría servir como hero o como imagen destacada para un artículo de una web de coaching.
Le doy mi «prompt mágico« 😉 a la IA y en un minuto tengo 4 opciones para usar como inspiración o directamente:
¿Qué te parece el resultado? Nada mal por un minuto de traabajo, ¿verdad? (pues la verdad es que es fácil de hacer 😬)
En mi web iaprompts.es tienes mi biblioteca personal de prompts optimizados para:
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¡Ahorra horas de prueba y error con prompts que ya sé que funcionan!
Sí, vale, este «palabro» me lo inventé yo para explicar a mis clientes el concepto 😉
Te lo explico a ti:
En lugar de partir de cero, uso la IA para crear borradores de contenido que luego personalizo según la voz y el estilo del cliente.
Esto es especialmente útil cuando trabajas con Breakdance Builder, mi constructor visual favorito, porque ya lleva integrada la IA para ayudarte a crear o modificar textos.
Consejo práctico: Cuando uso IA en mis proyectos web, siempre sigo esta regla: la IA propone, el diseñador dispone. Por ejemplo, genero varias opciones de diseño con IA y luego las refino manualmente para asegurar que cumplen exactamente con la visión del cliente.
Lo más interesante de usar «bien» la IA es que esto no solo ahorra tiempo, también permite a los clientes ver su web «viva» mucho más rápido. En vez de imaginar cómo se verá el contenido final, pueden ver ejemplos reales desde el primer momento.
¿Recuerdas cuando las webs eran páginas estáticas? Esos tiempos quedan muy lejos. Ahora mismo estoy viendo que:
Puede ser algo tan simple como este código (que uso frecuentemente):
.hover-effect {
transition: transform 0.3s ease-in-out;
}
.hover-effect:hover {
transform: scale(1.05);
}
Este simple efecto, bien implementado, puede aumentar las tasas de clic.
Pero también puedes recurrir a efectos más sofisticados, como este:
Tampoco te vuelvas «loquer». Hace poco, mientras rediseñaba la web de una cliente, me pidió «quiero que todo se mueva». Tuve que explicarle que en diseño web, como en la vida, el equilibrio lo es todo. No se trata de añadir animaciones porque sí, sino de crear una experiencia fluida y con propósito.
Ya no hablamos de simple «scroll-triggered animations». Ahora cada scroll cuenta una historia. Los elementos aparecen, se transforman y desaparecen creando una narrativa visual que guía al usuario a través del contenido.
Por ejemplo, para el rediseño de la web de una pastelería local, he propuesto un scroll storytelling para ayudar a conectar con los visitantes:
La idea fundamental no es montar animaciones espectaculares, sino crear movimientos que tengan sentido con el negocio y ayuden a contar su historia de forma natural.
Las micro-interacciones han madurado. Ya no son solo «efectos bonitos». Cada movimiento debe tener un propósito:
Algunos ejemplos prácticos que estoy implementando:
Un consejo que siempre doy a mis clientes: «Una animación que ralentiza tu web es peor que no tener animación«. Por eso estoy viendo una tendencia hacia:
Para ayudarme a tomar decisiones, y también a mis clientes, he desarrollado un framework personal para evaluar si una animación vale la pena:
📊 Matriz de decisión de animaciones:
Solo si la puntuación total supera el 80%, implemento la animación.
¿Recuerdas cuando hacer una web responsive era simplemente ajustar tamaños según breakpoints?
Pues esos tiempos quedaron atrás. En 2024, el diseño adaptativo se ha convertido en algo mucho más sofisticado y va para más en 2025.
Te cuento por qué, basándome en mi experiencia con clientes reales.
No hace mucho, un cliente del sector gastronómico me preguntó: «¿Cómo podemos hacer que nuestra web sea más relevante para cada usuario?» La respuesta está en el diseño contextual avanzado
La clave está en entender que el diseño moderno no trata solo de responder a diferentes tamaños de pantalla, sino de crear una experiencia web que verdaderamente se adapte y evolucione según las necesidades de cada usuario.
Como me gusta decir a mis clientes: «No diseñamos páginas web, diseñamos experiencias personalizadas».
Hace muy poco, tan poco como la semana pasada, tuve una reunión con el dueño de una página web que quiere rediseña. Me soltó algo que me hizo gracia, porque yo suelo usar el mismo símil: «Estoy hasta el gorro de webs que parecen naves espaciales. Quiero algo que mi madre pueda usar sin llamarme».
Y ahí dio en el clavo, la mejor UX es la que ni siquiera notas que está ahí.
Te pongo un ejemplo real: estoy rediseñando una web para un coach que tiene un sistema de reservas… que es un dolor de cabeza: 6 clics y un formulario eterno para pedir cita. Lo simplificamos a 2 pasos: elegir servicio y hora. ¿El resultado? Las reservas online aumentan un 20%. ¿La magia? Sólo simplificar y estilizar el formulario para hacerlo «bonito» y sencillo.
Y es que la UX ahora no va de efectos brillantes ni de innovaciones locas. Va de resolver problemas reales de personas reales.
Te pongo algunos ejemplos de cómo se ve una UX moderna:
Te cuento un caso real: me toca rediseñar el proceso de compra de una tienda online. Antes tenían un embudo de 5 pasos. Lo reducimos a 3:
Resultado: +18% en tasa de conversión.
Mira, dejemos de lado la teoría y hablemos de lo que está funcionando realmente en las webs de mis clientes. Después de varios años diseñando y optimizando sitios web, he aprendido que lo más efectivo suele ser lo más simple.
Nada de migas de pan complejas. Lo que funciona es:
Consejo real: En mis últimos proyectos, el truco ha sido mantener visible solo lo que el usuario necesita en ese momento. Por ejemplo, en móvil, el menú completo solo aparece cuando haces clic en el icono de hamburguesa, pero las acciones principales (carrito, búsqueda, cuenta) siempre están a mano.
La clave no está en hacer cosas complejas, sino en hacer que las cosas simples funcionen perfectamente.
Déjame explicarte esto que decía hace un momento, de forma más práctica, porque es algo que he comprobado en mis proyectos.
Analizando el comportamiento de los usuarios, he detectado que en algunas webs:
Como he dicho no veo este comportamiento en todas las webs, pero sí que parece más común en e-commerce, y webs con contenido extenso o catálogos de servicios.
Y no tengo una respuesta contrastada, pero me da la impresión de que los usuarios actuales prefieren «preguntar» por lo que buscan en vez de navegar por menús.
Digamos la verdad: nadie se despierta por la mañana emocionado por rellenar un formulario. Pero después de optimizar docenas de ellos, he descubierto qué funciona realmente para que los usuarios no salgan corriendo.
Ten en cuenta: algunas de estas funcionalidades requieren scripts especializados y no siempre se pueden implementar.
Consejo de oro: En móvil, usa el teclado correcto para cada campo (numérico para teléfonos, email para correos, etc.). Parece una tontería, pero aumenta las conversiones.
Después de todo lo que hemos visto, vamos a centrarnos en lo verdaderamente importante. Y no, no son las animaciones «guais» ni los efectos visuales espectaculares.
Lo que realmente marcará la diferencia no será la tecnología que uses, sino cómo la uses para resolver problemas reales de tus usuarios.
Y recuerda…
El mejor diseño web no es el más bonito, sino el que mejor cumple su objetivo: convertir visitantes en clientes satisfechos.